lunes, 15 de agosto de 2011

¡Bienvenido mi amigo! (Adilo)

Se que venís como

______Un barco

cansado

_lamiendo tus zapatos


se que colmás cada

_____minuto

___con tu arte

______abrasador!


Mi amigo

__dame un poco

___de tu languidez

_dame un poco de tu

____pudor

y de tu canto

___de tu planto…

Amigo …

______________________________________________Paternal, 12-08-11

Lluvia de palabras pro Cristian o, mejor dicho, trampa oral por orden 18-08-06 (Adilo)

Cimentando mi amor, amigo, te encapsulo aquí.
Maxi lee. Programáticamente.
Compañero, aquí va una compo
composición que canta tanta
energía tallereana.


Y aquí vamos sembrándonos unos a otros

energía solidaria.

Naftalina que corre por tu memoria,

fiel amigo, te recuerda. Y añoro

tu tenue lectura.

Habremos de derretirnos en un poema sin

ton ni son. Habremos de sentarnos en un

banco en la plaza, cerca de Virrey Arre-

dondo, a plasmar unos mates que

enjuguen nuestra melancolía. Sabrás de

la noche, sabrás de la ciudad próspera

en la que nada se dice, todo se piensa

o se masculla…

Y sabrás, gran poeta, de la salsa de

Tomate (mientras vuelan pájaros aquí

cerca) que, caliente y acebollada,

se plasma en una danza junto a

tallarines blancos y bien mastica-

bles (diríamos “al dente”)?

No me beses en la nuca, sabés que es

Mi lugar predilecto. Mejor dame bolitas

de pan, remojadas en leche tibia.

Sabés que yo suturo continuamente

tu mirada en el espejo de la mía?

No me creés, ya se… vos sos muy

Lagartija para estas cosas. Lo cierto

es que estamos aquí, granjeándonos

nuestra propia amistad pueril…

Hice una pausa monorrima, para decir

ciertas pavadas que el vulgo no escucha,

ni deja degustar en su hercúleo paladar.

El vulgo me gusta, es siempre tan

sincero!! Y los murmullos pasan a la eterni-

dad, silenciosos, formando el bagaje de

nuestra pequeña historia.